miércoles, 6 de abril de 2011

This is gonnas be a big, big, world.

Quien diga que entre un grupo de gordas y feas siempre tiene que haber una tía buena, miente como un poseso. Pasar tiempo con tus amigos gordos multiplica las posibilidades de que engordes, según un estudio realizado por la Universidad de Warwick entre 27.000 europeos de 29 países y un indefinido número de tallas. Los humanos estamos subconscientemente influidos por el peso de aquellos que nos rodean, lo que –por efecto dominó- puede elevar los niveles de obesidad en la próxima década, advierten los investigadores. ¿Cómo puede ser así? Porque decidimos si estamos gordos en relación a los demás en lugar de hacerlo como las autoridades mandan: con el Índice de Masa Corporal (que ultimamente nos lo están elevando nuestros queridos amigos de "Super size me".). El resultado es que, además de ahorrarnos las raíces cuadradas, si nuestros amigos están ternescos nosotros seremos indulgentes con nuestra barriga cervecera.
De cualquier manera, la percepción de la gordura propia varía según el nivel de instrucción del sujeto. Parece ser que los licenciados tienden a sentirse más gordos que su equivalente del mismo peso pero sin estudios. Conciencia de clase no es conciencia de sobrepeso. En palabras del profesor emérito Andrew Oswald: “Los humanos se comparan entre sí dentro de su grupo de referencia, incluso si no son conscientes de ello”, afirma como quien habla de otra especie. A lo que añade, en tono sombrío pero ya como parte de la Humanidad: “Si los niveles de gordura aumentan y todos empezamos a copiarnos entre nosotros vamos a tener serios problemas de salud”. Gracias  a Dios yo soy uno de esos raritos que siempre dan la contraria, pero si seguís comiendo tal como lo haceis acabreis haciendo de este mundo una gran masa grasienta que no dará ni tiempo ni para liposuciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario